La poliurea es un polímero sintético que se obtiene a partir de la la reacción de una diamina con un diisocianato, un proceso similar al que se realiza para obtener poliuretano. El principal factor que caracteriza a la poliurea es que su estructura molecular la hace insensible a la humedad y por lo tanto, la convierte en uno de los mejores materiales para conseguir la impermeabilización de una superficie.
Para que la poliurea cumpla con su función impermeabilizable tiene que ser pura, en este caso hay que estar alerta, ya que en el mercado se pueden encontrar híbridos que no disponen de las propiedades del material puro.
Normalmente la aplicación de la poliurea a una superficie debe realizarse en caliente, con un aparato que la distribuya a presión, ya que a los pocos segundos la poliurea se seca y solidifica, generando una membrana que se adapta a la forma de cada superficie y que ofrece una protección total.
Aplicaciones de la poliurea
Este material presenta una gran versatilidad a la hora de utilizarlo, ya que sus características lo hacen adaptable a muchas superficies y formas, convirtiéndola en una solución múltiple en el mundo de la industria, ya que puede utilizarse en muchos aspectos.
- Cubiertas y tejados: La poliurea se puede utilizar para reparar cubiertas o tejados, aumentando su impermeabilidad y resistencia a los fenómenos meteorológicos. Aplicando el material en caliente, este se adapta a la forma concreta de la cubierta y genera una membrana impermeable que, además, protege el tejado de la corrosión y otros desperfectos generados por la exposición a la meteorología.
Su resistencia a las temperaturas extremas y a la abrasión, ofrece una protección duradera al tejado o cubierta en los que se aplica, por lo que resulta una solución ideal para extender la durabilidad de la cubierta.
- Fachadas: Igual que en el caso de las cubiertas, en las fachadas la poliurea comple su función impermeabilizadora, protegiendo el local de los elementos externos. Su secado casi inmediato garantiza una aplicación rápida y eficaz, permitiendo a la empresa interesada regresar a la actividad normal en menos de 24 hora.
- Pavimentos: Las características del material, que se puede aplicar en caliente generando el grosor deseado, permiten que la poliurea sea el material indicado para la reparación de pavimentos, tanto en naves industriales, en aparcamientos, en talleres o en almacenes.
La poliurea aporta a la superficie una gran protección ante el desgaste o la abrasión que puede provocar el paso de vehículos pesados o el vertido de sustancias químicas. Además, la poliurea también es efectiva como aislante eléctrico, por lo que su uso en el pavimento, puede ser una gran contribución a la seguridad.
- Reparación de depósitos: En las industrias dedicadas al manejo de sustancias líquidas, los depósitos son uno de los elementos que más mantenimiento puede necesitar. En caso de detectar fugas o daños en un depósito, el tratamiento con poliurea es la solución.
Sus propiedades impermeable y resistente la convierten en el material adecuado para reparar las imperfecciones que pueda presentar un depósito, y garantizar el buen estado y conservación del líquido almacenado.
- Tuberías: Igual que en el caso de los depósitos, el tratamiento con poliurea permite la reparación total y fiable de cualquier daño en una tubería. La rapidez en la aplicación y secado del material permite una reparación totalmente eficaz en poco tiempo.
Encapsulado del amianto: como ya comentamos en otro artículo, la poliurea ofrece una solución totalmente fiable y efectiva en caso de presencia de amianto en una instalación. Sin necesidad de retirar el fibrocemento, ya que moverlo puede resultar peligroso, el encapsulado con poliurea aísla totalmente este peligroso material y garantiza la seguridad de los trabajadores.